Hay tantas yos en mí misma que me pierdo en el reflejo de este espejo inmenso. Soy todas, soy nadie, soy una sola. El tiempo va añadiendo imágenes clonadas adaptadas a los sueños y a las circunstancias. Según sea el día elijo el traje que toca, en maquillaje apropiado y me transformo en una de esas otras. Adopto el papel escogido siempre acorde al entorno e interpreto el personaje que me ha tocado en el reparto. Me pongo y me quito capas de piel, tonos de voz, ademanes y andares. El mundo las conoce a todas menos a la única que realmente es. Este laberinto frenético, a veces, me hace perder el equilibrio y me desubico. Es en esos momentos cuando busco el silencio para conectar con el original y recuperar el aliento y el pulso de mis venas. Me despojo de mis disfraces y desnuda, descalza, piso la tierra, recupero mis raíces y hallo mi paz, mi calma.
(Escrito por Maria Caro)
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