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Levando anclas Capitán, sí, mi capitán! Rumbo a las estrellas, al país de los sueños. Rumbo a la Primavera, a surcar el mar de los Silencios. Partamos a desafiar las tormentas a atravesar los infiernos en busca de aventuras de tesoros y deseos. Capitán, sí, mi capitán! Vendrán los inviernos con sus noches crudas su frío en los huesos sembradas de dudas de eternos miedos. Habrá veranos tórridos de calor insoportable derretida la piel por un sol implacable que nos traerán lunas hechiceras y amables y canciones nocturnas dulces y tiernas. ¡Levad anclas! que sopla el viento Dispuestos a zarpar? Capitán, sí, mi capitán!

Mundos, mentes, libros

Cuando veo a alguien leyendo, siento que tengo un secreto vínculo con esa persona. Más aún, aunque no necesariamente, si es un libro que he leído. Entiendo que compartimos mundos mentales. De alguna forma, que hacemos parte de una hemandad. No importa que no nos conozcamos, que no nos saludemos, que ni siquiera notemos la presencia del otro. Seguimos habitando universos simbólicos que nos unen más que cualquier contacto…

 

Escrito por María Caro

Juventud de mujer

sentirme

Es pasional, luchadora,
impulsiva y hasta bocazas.
irreverente con las normas,
una eterna transgresora
rebelde con y sin causa
Observadora e intuitiva
sensible hasta decir basta
inteligente le decían
ella no lo creía para nada
odia las despedidas
adora las llegadas.
Es caótica y está perdida
voluble y enigmática
con una fortaleza desmedida
para bregar en mil batallas
vulnerable y frágil
alegre y entusiasta.
No sabe contener las lágrimas
ante el dolor y la injusticia
se queda muda de palabras
le desborda la pena por las pupilas.
Es amable y generosa
el que se acerca a su puerta
siempre la halla abierta.
Es toda corazón en llamas.
Así era yo antes de que la vida me cambiara.

 

Escrito por María Caro

No es por casualidad

Me gustaría hablaros de las casualidades. Esas coincidencias que todos conocemos y que nos asombran. Por ejemplo: estás pensando en una persona y te encuentras con ella al doblar una esquina cuando las posibilidades de ese encuentro eran mínimas. O ese momento y circunstancia que te da la sensación de haberlo vivido antes, lo que viene a ser llamado un «deja vu». O ese lugar que soñaste la noche anterior y que de repente aparece ante tus ojos o alguien te habla de él.
En muchas ocasiones me habéis contado y a mí misma me ha pasado, que cayó un libro en vuestras manos en un momento difícil y que os sirvió de gran ayuda. Que sintonizasteis una emisora de radio que no conocíais y una melodía os aportó calma y serenidad en medio de un problema. Que conocisteis a alguien y de ello surgió un trabajo cuando estabais en el paro y la situación empezaba a ser desesperada.
Y es que, como dice el conocido proverbio budista:
«Cuando el alumno está preparado, aparece el maestro».

 

Escrito por María Caro