Año 1964

Un hombre, recién casado, viviendo en una ciudad como Valladolid; una ciudad que empieza a surgir con la industria del automóvil y necesita de otros servicios para una población creciente, generando otras industrias a su alrededor y mucha vivienda nueva.

Éste hombre, llamado José, había aprendido en tierra pinares el oficio de carpintero. Trabajaba de soldador en una nueva empresa.

Su mujer se quedó pronto embarazada. Vivían en un piso compartido con derecho a cocina (como se decía) con otra familia.

En aquel tiempo se iba a trabajar andando o, todo lo más, en bicicleta. Las mejores casas se calentaban con lumbre bilbaina, de carbón y leña.

Su mujer, María, se puso de parto. Fueron al hospital; la atendieron en el paritorio. El niño nació, pero tenía problemas; a las 24 horas había fallecido. A ella nunca se lo enseñaron, le dijeron era mejor así, pues nacía mal. Al padre le tocó realizar el ataúd para enterrarlo. María entró en una depresión, era buena persona aunque culturalmente poca instruida y nueva en maternidad.

Volvieron a intentar un nuevo embarazo; en 1966 nació Rasputín, un niño precioso y muy deseado; le conoció su bisabuela paterna, quien vendía caramelos caseros para seguir adelante en su pueblo, pues era viuda y en aquel tiempo no había pensiones; eso es algo que vino con posterioridad.

Rasputín nació en verano; su madre, inexperta en maternidad y alejada de lafamilia en la ciudad, tenía miedo de perderlo y, cuando llegó Noviembre, con el frío de Castilla lo ponía pegado a la lumbre.

Rasputín enfermó y lo llevaron al hospital; allí, aparte de la bronquitis que llevaba, cogió más enfermedades; le subió la temperatura y no bajaba. Lo metieron en hielo, le pusieron una transfusión de plasma sanguíneo por el cráneo; de repente su corazón dejó de latir, tuvieron que zarandearlo para reanimación. Volvió a la vida y salió adelante.

Al año siguiente consiguieron una casa a bajo precio en un sorteo que hacía el Estado entre las familias que reunían unas necesidades y tenían trabajo. Pasaron a vivir en un piso sin compartir.

María volvió a tener otro bebé. Aquí ya tenía más experiencia en maternidad; todo fué mejor.

José fué mejorando laboralmente; cambió de empresa y llegó a ser encargado en una empresa de tapicería. En aquel tiempo sólo había un sindicato, el sindicato vertical; y los encargados, por ley, estaban obligados a ser los delegados sindicales.

José se compró una moto Vespa para ir a trabajar. Eran felices y la economía nacional mejoraba con la industria en las ciudades.

Silencio y miradas

Pasión de vida

¡Ssshhh! Calla, no digas nada. Los momentos perfectos no necesitan palabras. Los instantes eternos solo precisan miradas. La emoción reside en los ojos, el silencio reina en el alma. Ese silencio que tú y yo tan bien conocemos. Ese silencio a las dos de la madrugada. La noche es su único eco y la Luna su testigo, muda, mágica. Cada estrella nació de un beso prendido en nuestras pestañas. El oleaje de las manos a la deriva, trazando caminos. Entrelazados los dedos, bebiéndonos a sorbos pequeños nos pilla la madrugada. En blanco y negro la alcoba, rodeada de misterio recibe la primera luz del alba.
¡Ssshhh! No hables , o el sueño escapará por la ventana.

Tabla dosificaciones para cada enfermedad

Escucha el siguiente vídeo donde se explican las dosificaciones para tratar diferentes #enfermedades, en función de su edad.

Minuto 25,  muy interesante

En concreto para autismo

y escuchar a Kerri Rivera y a Andreas

También en enfermedades degenerativas

Sustancias ilegales que demuestran curaciones

La población debe entender porqué algunas sustancias están ilegalizadas para curar.

Es una cuestión de economía y beneficios empresariales. Hay sustancias que son muy baratas y no se pueden patentar. Las principales farmacéuticas tienen sede en Suiza. Te has preguntado porqué?

Una de esas sustancias es el MMS, cura incluso la malaria. Cómo funciona